SOLO DOS
Es extraño ver como el tiempo a tu lado corre lento y seguro sujeto a las barandillas de los dias, las horas y sus minutos nos contemplan atonitos como si fueramos inmunes a su fuerza. El tiempo nos coge de las manos pero se ve cegado por nuestro eterno resplador, que ilumina los segundos nublados y a todos sus hermanos que con ahinco corren apresurados, maniatados a un torrente frecuente de sensaciones silentes. La ternura perdura y cerca nuestro no pierde la cordura, esta sentada en nuestro regazo libre del rechazo de los agudos meses con sus terribles treces. Nuestro calor arraigando los pasajes del tiempo del lugubre invierno, que retuerce los largos miembros de la alegria que con su aroma magico, llena tu alma y la mia, hasta saciar nuestras copas entrelazadas en un brindis de calido estupor...